Tormentas Paradigmáticas

Aquellas perturbaciones que se ajustan a mi propia idea mental del concepto tormenta...

miércoles, octubre 05, 2005

Tristezas de mentira (I)


Como siempre, amanece Barcelona, y nada más sonar el despertador (estridente, insolente y muchos otros adjetivos acabados en -nte, como apremiante, impertinente...) me doy cuenta de que hoy será uno de esos días en que el aire es frío y pesado (¿eso fue una paradoja? nunca supe que es lo que pesa más, si el caliente o el frío) y que sólo me salen cosas medio tristes cuando me siento frente al pc y me pongo a tipear en una clase de acelerada disgresión inconsciente que me permite incluso fingir que trabajo mucho*. Sin embargo, no estoy nada triste: toda la tristeza que flota a mi alrededor se deposita en las letras. Creo, sin dejar mucho lugar a las dudas, que ayer fue un buen día.


*¿El truco? Fruncir ligeramente el ceño, escribir muy muy rápido echando fugaces miradas a unos folios apilados junto al teclado, no perder demasiado tiempo (como mucho, 5') y minimizar la ventana. Y no, Sergi, no te preocupes: sólo estoy distraída un par de minutos cuando llego.

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