Aquí estoy
Necesito verte bien, sólo porque es tu proverbial solidez la que hace que se disipen mis angustias. Hablar contigo y que tu eterna sonrisa de nene flote entre nosotros, estampándose en mis dos mejillas y estirando mis comisuras hasta hacer brotar la risa de mi boca, de mi alma. Mi alegría depende en gran medida de la tuya, amor, y sé que la tuya está ahí mismo, solamente tapada por una capa espesa de tristeza que no sabes cómo gestionar, apartar o eliminar.
Créeme. Se irá, poco a poco al principio y sustituida por los buenos recuerdos al final. Y yo estaré ahí, a tu lado, viendo cómo resurges de esto, de todo.
Etiquetas: Introspecciones
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio