8, ya
Algunos días, la distancia se vuelve mucho más que aire y kilómetros: un muro grueso de hormigón armado. Derribarlo a cabezazos no era la mejor opción, si tenemos en cuenta mi propensión a las migrañas, los hematomas y otras cosas de personita débil, pero mis impulsos a menudo van mucho más allá de malas palabras y tonos de voz agitados. Te necesito, en toda la extensión semántica del verbo. Quiero estar contigo y sólo puedo dos de siete. Quiero hacer planes y nunca son con plazo de entrega. Quiero tomar decisiones y no puedo dejar de ser responsable y consecuente.
Etiquetas: Introspecciones
3 comentarios:
me leés la mente, male.
Y tú a mí, Vic, querida!
vaya! como estamos por acá... el post pasado era muy diáfano, claro y optimista, espero que este también sea así... y no que lo de "concretar" se esté poniendo difícil... suerte!!!
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