Enésima anáfora inconclusa
(Inspirada por Aguirre y el profundo significado que para mí tiene la palabra impostergable)
Impostergable, porque hay límites que no fijo yo, sino Iberia. Impostergable, porque mil detalles escapan al control que tratamos de imponerles y cuando por remota casualidad todo encaja es preciso capturar el momento y encerrarlo entre cuatro paredes. Impostergable, porque el tiempo se escapa sigiloso en gotitas plateadas, resbaladizas, y me quedo con sólo unas horas tristes por delante, un deseo que se impone a todo y una posibilidad, impostergable. Impostergable, porque su cuerpo me llamaba con gritos silenciosos, con su calor y su olor a limón. Impostergable porque ese “ahora o nunca” me paseó por la vereda dando la vuelta al cementerio, mirando al suelo, mirando al cielo, y el ahora era mucho más jugoso que el nunca. Impostergable, simplemente impostergable.
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