Tormentas Paradigmáticas

Aquellas perturbaciones que se ajustan a mi propia idea mental del concepto tormenta...

miércoles, septiembre 27, 2006

Frágil

Me siento frágil: como una de esas prodigiosas poncheras de cristal que salen en las películas (y en un capítulo de Los Simpson), o como una de esas peceras redondas para los peces rojos. Quebradiza, inconsistente, inestable, con la piel muy sensible a los roces y la picante picadura de un mosquito en el codo. Me siento poca cosa, a punto de romperme, con la boca del estómago encogida, sueño retrasado y algunas parcelas de mi mente ocupadas por temas pendientes que debería cerrar cuanto antes. Pero no estoy triste, ni con un ánimo apesadumbrado o pesimista, sólo me siento en estado de excepción, de improvisación constante. Tan diferente de los días en que me como el mundo a bocados grandes, que camino con paso firme, que me río por nada y que decido, hago y digo las cosas con fuerza... me siento desorganizada, fragmentándome con el roce de la falda larga en mis piernas, que ya llevan medias y se mueven dubitativas.

Perdí algunas palabras en algún bolsillo de algún pantalón, hoy pasó algo con mi léxico, le crecieron malas hierbas. Me pican los ojos, creo que tengo una peca nueva en un brazo, debería ir ya a cortarme el pelo. Caminaré un rato esta tarde, dejaré que se evapore esta mala sensación mirando al cielo, mirando al techo, respirando hondo. Tal vez me compre unos zapatos.

PD: Dani lleva un mes aquí, y lo vi tan, tan poco, que me duele, aunque confío en aprovecharle un poco todavía. En esta foto me subí a un escalón para no quedar como una enanita...

7 comentarios:

A las 27/9/06 23:31 , Blogger zorgin ha dicho...

ah, comprar zapatos es bueno, mucho mejor que un analista, y además nos quedan bien...

 
A las 28/9/06 17:45 , Blogger atandocabos ha dicho...

una peca nueva es algo... algo... ya vas a ver.
es como a los tigres, una mancha más no es cierto que no les hace "nada", les hacen ser Tigres, y no otra cosa...

 
A las 29/9/06 10:32 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Sí, caminar es una buena idea para esos días raros. Yo antes hacía kilómetros en días así. No hay nada peor que cuatro paredes por horizonte cuando una está fragil.

Y bueno, ahora que no puedo salir cada vez que quiero, me llevan de excursión a la montaña (que tampoco está mal) ;-)

 
A las 29/9/06 16:07 , Blogger Malenita ha dicho...

Zor: Además, normalmente sale mejor de precio que un analista... aunque claro, depende de los zapatos... enfrente de mi casa hay una zapatería donde para comprar un par tienes que hipotecar tu casa. Pero eso son otros actos de locura que no vienen al caso...

Vic: A mí me hacen ser pecosa!! Veremos si algo más...

Barbie: Es lo que mejor me va cuando tengo un día raromalo, caminar y mirar al triangulito de cielo que los edificios me dejan ver. Mirar a la gente, escuchar los ruiditos urbanos, respirar hondo... después siempre me siento mejor. Y no, no está nada, nada mal que te lleven a la montaña!!

 
A las 30/9/06 15:01 , Blogger zorgin ha dicho...

pues que zapatos se compró?, como son?, cuente!, u opto por el paseo montañoso?

 
A las 30/9/06 17:02 , Blogger Malenita ha dicho...

Zorgin: Negros, preciosos. Con tacón medio y punta redonda, y una guillermina sobre el empeine. Un estilo Alfonsina, podríamos decir. Me falta un pequeño sombrerito para el estilo completo años 30. Eso, además del paseo urbano subiendo y bajando por la calle Balmes, consiguió despejarme la mente.

 
A las 1/10/06 04:55 , Blogger Alex ha dicho...

Me encantó, frágil y quebradiza pero no deprimida. eso de hacer pie en el borde y con zapatos nuevos es fantástico. Eso es actitud!!!! te felicito y te mando un beso enorme.

 

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