Regresando
Hace muchos días que quiero regresar a casa, lo prometo. Son cinco minutos, puedes tomarte cinco minutos, me decía a mí misma entre tarea pendiente y tarea urgentísima, pero nunca conseguía robarle un instante al día para mí misma y mi blog. Al llegar a casa escribo, pensaba luego, cuando apagaba el ordenador en la redacción. Pero abría la puerta a las tantas, arrastrándome hacia el sofá, y tampoco podía. Ha sido una semana horrorosa, agotadora, deprimente, sin tiempo para nada y con muchas preocupaciones, que vistas desde lejos no parecen tan importantes.
Durante el finde, tuve momentos hermosos que mejoraron mi humor, así que esta semanita tiene pinta de ser mejor. Incluso brilla un sol optimista, que parece un añadido de cortesía a un verano que ya hace días que puso el cartel de cerrado.
4 comentarios:
pues, era hora!
creo...
y para variar después del sol la lluvia, y luego el sol y así siempre.
creo...
Lo que no logre un capuchino (¡dos, por favor!)... ;) ¿El verano cerró por vacaciones o por defunción? :(
Zorgin: Y sí... era hora... creo ;)
Alex: Un ciclo inacabable... que nos consuela cuando hay lluvia y en el que más vale no pensar cuando hay sol... creo ;)
Enoc: Mmmm, ¿por cambio de orientación del negocio? ¿por cambio de domicilio? Quién sabe... ;)
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