Tormentas Paradigmáticas

Aquellas perturbaciones que se ajustan a mi propia idea mental del concepto tormenta...

viernes, octubre 19, 2007

Caramelitos

Qué hermosas eran aquella noche su mirada enturbiada por el alcohol y la aureola de arrugas de risa alrededor de sus ojos. Su mirada, fija en mí, me llegaba como un soplido de aire tibio recorriéndome la espina dorsal. Su sonrisa, apenas esbozada, apenas insinuada, jugueteando con palabras inaudibles, tenía el mismo brillo que esos caramelos en bote de vidrio que adornan los estantes de las tiendas caras. Si fuera un caramelo de un intenso color rojo, le sacaría el papel irisado poco a poco, notando como cruje entre mis dedos, y lo miraría antes de metérmelo en la boca y comerlo lentamente, llevándolo de una mejilla a otra con la lengua y sintiendo como se deshace en azúcar hasta ser parte de mí.

1 comentarios:

A las 28/10/07 18:30 , Blogger . ha dicho...

Con tanto vicio ya veras luego el dentista.

 

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