Cosas que no digo. Cosas que no hago
Hace días que quiero decir cosas, y las palabras me nacen de ese lugar blandito de adentro. Nacen, crecen y se quedan en ese limbo flotante, que podríamos llamar apatía. Puedo respirar hondo y pensar que es mejor que se vayan, hasta que lo hagan. Puedo sentarme frente a un bloc de post-its amarillo pálido y tomar notitas tristes con tinta negra. Puedo hacer varias cosas, pero no hago nada. Las miro bailar frente a mí, sabiendo por qué vienen y qué es lo que quieren de mí.
No hago nada. A menudo me revisto de zinc o de titanio, o de cualquier otro material resistente. Y las cosas impactan contra mi cuerpo sin daños, rebotan o caen, pero no me afectan mucho.
Etiquetas: Introspecciones
6 comentarios:
A veces pasa, todos llevamos cargas pesadas y de vez en cuando el cuerpo pide descanso emocional.
Totalmente de acuerdo, S. Trato de evadirme estos días... demasiadas cosas. Gracias por venir a verme.
parece que es un estado de ánimo que cunde, justo hablaba de eso con mi psi y tienen nombre: extrañamiento
a veces no hacer nada, o no decir es buena medicina.
me gustó :)
(y yo estoy en que quiero hacer algo, odio ser yo misma el freno... me duermo diciendo: daleeee)
creo que para eso están las reposeras...
Espero que el descanso no sea largo.
Por cierto, he vuelto. Gracias por el apoyo :D
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