Tormentas Paradigmáticas

Aquellas perturbaciones que se ajustan a mi propia idea mental del concepto tormenta...

lunes, noviembre 07, 2005

Introspecciones

No hay nada peor que la cobardía disfrazada de inevitabilidad. Eso es lo que he pensado hace unos dos minutos, volviendo a ciertos recuerdos inconexos. Lamentarse de que las cosas no ocurran, decir "si te hubiera conocido antes", por ejemplo, es ser cobarde, apelando a un estado pretérito que modificaría los conceptos, en caso de que el contexto actual irrepetible pudiera transplantarse a un pasado hipotético. Mentira. Eso es ser cobarde. Cuando algo se quiere, debe quererse, y no defenderse de la osadía alegando imposibilidad. Y si algo no se puede, es que tal vez no se quiera en realidad.

Yo creo en los deseos intensos y efímeros, creo en esos instantes redondos en que las voluntades se imponen a todo. Creo en querer y en no querer, pero no en querer y no poder por imposibilidades propias. Creo en la honestidad con uno mismo, en no mentir nunca hacia adentro. Hacia afuera, la mentira es todo un arte, pero introspectivamente, es miserable.

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