Breve reflexión con maltesers y un café solo
Ser feliz, o no serlo, casi siempre depende de uno mismo. De la capacidad de abstracción, de la relativización de los problemas, del potencial que uno tiene para valorar las pequeñas cosas y vibrar hasta con los más ínfimos acordes. En mi caso particular, tiendo a sentirme desbordada por las circunstancias, a tener un punto álgido de bajón, aunque suene a paradoja, pero casi siempre acabo encontrando una corriente subterránea de ánimo que me permite levantar la cabeza de nuevo. Malditas cervicales destrozadas. No sé si soy fuerte, a veces me siento tan frágil. Uno nunca aprende del todo como es, eso de "conócete a ti mismo" es una patraña.
3 comentarios:
hace tiempo y a lo lejos pusimos en la pizarra, felíz a cualquier costo o las reglas están para algo (más o menos era así)...
donde estabas?
Quién sabe... tengo una ligera inclinación a perderme las conversaciones más interesantes. Y ya sabe, Zor... el tiempo, mi problema fundamental.
creoque te conocés bastante. de ahí saber siempre para dónde ir o qué hacer es oooootra cosa. también para eso están los amigos, para sostener esa parte frágil. y creo que tenerla y reconocerla es un buen punto.
el tiempo... el tiempo dirá, como siempre. (sensación de que es otra patraña a veces, no?) :P
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