Tormentas Paradigmáticas

Aquellas perturbaciones que se ajustan a mi propia idea mental del concepto tormenta...

sábado, diciembre 23, 2006

Ausentes fiestas

No me está pasando nada. Son días sosos, insípidos y difusos, más feos que otra cosa. Pero puse el árbol de navidad... este es.

martes, diciembre 05, 2006

Listado inconexo de ítems no clasificados

Me despedí de los polvos sueltos. Cerré la maleta con un riiiiiiiiiis muy molesto. Caminé por una vez sin hacer clac-clac en la acera. Las medias tupidas me abrigan las piernas aunque no sea absolutamente necesario. El buzón nunca se llena de cartas, como pasa en el de Loli. Estoy casi segura de que estoy adelgazando (más). Parece que el susto en mi ovario izquierdo se está arreglando por sí solo. Durante unos días vivió una paloma vieja y asquerosa en mi terraza, cagándolo todo de vieja y asquerosa mierda líquida de paloma. La tiramos por el balcón, esa es la ventaja de las palomas viejas y asquerosas: pese a todo, vuelan. Hoy vi a un solo hombre hermoso, y por suerte, era el mío. Aprendí a decir cosas fáciles en sueco. Se me parten diariamente los labios y el alma. Voy a regalarle a mi padre un conjunto de lencería fina, aunque en el paquete diga que es para mi mamá. Ese señor de bigote merece una sorpresa de encaje relleno de las curvitas de una señora pelirroja. Mi hermano se enfadó con nuestro padre y hubo un pequeño cisma doméstico en tres actos y tres escenarios geográficos distintos. Firmaron la paz. El adsl me facilita la vida, pero sobre todo, el trabajo, lo que no sé si es bueno o malo. Veré amanecer el nuevo año en Estocolmo. Me sentí mejor tras oír unas canciones y escribir algunos cuentos. Ana tuvo a su nena, tres kilos de preciosa Carla, creo que la vida tiene nuevas proporciones para ella. La navidad va a ser muy rara, siempre lo es. Lamento no haber aprendido a patinar bien. Marta cumple mañana 25 años, y lo celebrará con el rey de Tailandia, o algo así. Tengo 1111 mensajes en la bandeja de entrada. Hoy escribiré la carta a los reyes magos, con la mano izquierda y lápiz en un papel pautado, como hago siempre. Volví a soñar que andaba por el vestíbulo de la casa. Nunca regresé al Buenas Migas. Hace días que no voy al cine, debería. Quiero comerme el mundo a mordiscos grandes, empezando por Groenlandia. Me fui muchos días del blog, estaba triste por nada en particular y no tenía tiempo en general. Ni siquiera esos cinco minutos de abrir el panel y escribir seis líneas o colgar una foto.
Aunque hay gente que no se lo cree, no tengo tiempo de nada si no se lo robo a otras cosas. Y a veces, no se puede andar robando minutos a las cosas que te dan de comer, que borran el rojo de la cuenta corriente o que permiten que cuelguen diplomas de la pared.
Pero lo cierto, y lo digo en voz bajita, lo que sí que no se puede, de verdad, es estar tan ocupada. Roza lo morboso desperdiciar así la vida. Es deprimente, desolador, estéril.